24 de Abril de 2024   
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Modernisme de Mataró

Text: Ajuntament de Mataró



La segunda mitad del siglo XIX y el primer cuarto del XX están marcados históricamente por la Revolución Industrial. En Mataró, como en otras ciudades catalanas, la industria textil experimentó importantes transformaciones gracias a la incorporación de las novedades en maquinaria, primero a vapor y más tarde eléctrica. Un aumento de la población acentuó todavía más el abismo existente entre las clases sociales burguesas y las trabajadoras.

La fisonomía de la ciudad también se fue transformando: las estrechas calles de la antigua Mataró contrastaban con las chimeneas altas y las naves industriales espaciosas, que rompían la línea de las pequeñas cases de cós (construcciones en un solar de unos cinco metros de anchura, propias de las clases populares). Pronto el crecimiento urbano se tuvo que regular con un Plan del Ensanche, redactado por Emili Cabanyes y Melcior de Palau, que controlaba el crecimiento desmesurado de la ciudad.

Durante este período las nuevas construcciones, viviendas, edificios públicos, comerciales o industriales, se adaptaban a las necesidades y a los gustos estéticos de los nuevos tiempos. Las referencias constantes a la arquitectura clásica, combinada con formas y materiales de inspiración medieval y la incorporación de influencias exóticas de culturas orientales o del norte de Europa, convirtieron la ciudad en un museo urbano de historia y modernidad. El historicismo medievalizante, representado por Elies Rogent, por un jovencísimo Antoni Gaudí que todavía pregonaba formas académicas y por el eclecticismo de Jeroni Boada o Emili Cabañes derivaron hacia las formas más personales del Modernismo con Josep Puig i Cadafalch. Bien entrado el siglo XX encontramos buena muestra del novecentismo representado por Eduard Ferrés i Puig y Lluís Gallifa i Grezner.

Todos estos arquitectos trabajaron con formas arquitectónicas y artísticas muy variadas y a menudo difíciles de clasificar, pero con el nexo de la innovación estética al servicio de unos intereses sociales que buscaban la diferencia mediante la modernidad dentro de la tradición.

1. Salón de Sesiones o Salón de Plenos del Ayuntamiento: En él encontraremos el magnífico artesonado decorado por Puig i Cadafalch, que incorpora escudos con las armas del Principado, de la ciudad, de las artes y de los oficios. Puig i Cadafalch dirigió la restauración del techo cuando era arquitecto municipal de Mataró, en el año 1893.

 

2.  Casa Fonrodona: En la Riera, 33-35. Este inmueble, junto con el vecino, fue construido por Jeroni Boada, principal representante en Mataró del Historicismo, en el año 1863. Encargo realizado al arquitecto por el indiano Jaume Fonrodona, de origen mataronés. Edificio de planta baja y dos pisos. Cada planta está separada por arcadas, continuas o superpuestas. Elementos arábicos decoran la fachada de la casa.

 

3. Residencia de Sant Josep: Situada en la calle de la Muralla de Sant Llorenç, la construcción se inició en el año 1906 según el proyecto de Eduard Ferrés i Puig. Destinada inicialmente a escuela, la obra se terminó en 1912. Se trata de un edificio de simetría constructiva, de planta cuadrada con grandes ventanales en el primer piso y un soportal con arcos parabólicos en el acceso principal. Hay un gran balcón decorado con cerámica esmaltada y las fachadas presentan un esgrafiado con motivos florales.

 

4. La Beneficencia: En la calle Sant Josep, 9. Edificio proyectado por Puig i Cadafalch, actualmente sede del Patronato de Cultura del Ayuntamiento. Es un edificio muy interesante, de dos plantas y tejado de dos vertientes, con elementos neogóticos y arcos de descarga, vistos y formados con ladrillos, en la fachada. Fue construido en el año 1892. Recientemente ha sido objeto de una esmerada restauración, proyectada por el arquitecto Manel Brullet i Tenas.

 

5. Ca l'Arenas: En la calle d'Argentona, 62 bis y 64. Edificio de dos cuerpos, de planta baja y piso. Fue construido a mediados del siglo XIX. En 1899 Emili Cabañes reformó el inmueble y le dio el aspecto historicista actual. Cabañes utilizó el ladrillo visto, remarcó las oberturas con arcos decorativos, los motivos ornamentales sobre los dinteles, el trabajo de hierro forjado en las barandillas y creó ventanas dobles decoradas con columnitas.

 

6. Casa Coll i Regàs: La obra más representativa del Modernismo en Mataró se encuentra en la calle de Argentona. El arquitecto mataronés Josep Puig i Cadafalch recibió el encargo en el año 1896 de Joaquim Coll i Regàs, empresario mataronés y amigo suyo. La casa fue construida en el año 1897. Actualmente es la sede de la Fundació Caixa Laietana. Esta obra es una muestra de cómo se combinan diferentes estilos arquitectónicos: medieval, plateresco, barroco, mozárabe e influencias del norte de Europa. La vivienda es la unión de dos cases de cós. Consta de un sótano para los servicios domésticos, de una planta señorial, de un primer piso para los dormitorios, de un desván y de una torreta. Las habitaciones están distribuidas alrededor de un patio central.

La fachada, muy fastuosa, recuerda las construcciones gremiales de estilo flamenco con una gran tribuna con columnas salomónicas y una cornisa escalonada. Las rejas de hierro forjado de los ventanales, la obra escultórica de Eusebi Arnau en los capiteles y, alrededor de las oberturas, los esgrafiados y la cerámica esmaltada, evocan la industria textil. La entrada principal está presidida por la Hilandera, una mujer con un huso en las manos para hilar y que está rodeada por unas balanzas.

La planta baja de la casa es donde se manifiesta claramente el modernismo, por deseo del propietario de la casa. Cada ámbito presenta una decoración muy distinta: encontramos la sala del piano y el despacho, en el centro de la vivienda un atrio de distribución iluminado por un tragaluz, la sala del lavamanos, el comedor y la galería cerrada por la parte posterior con una vidriera de colores. Los esgrafiados en las paredes con motivos referentes a la naturaleza, las vidrieras emplomadas de las puertas con motivos florales, los arcos conopiales, las columnas de estilo neogótico con capiteles, la cerámica esmaltada de los zócalos, etc., son elementos que se van repitiendo en cada sala del interior de la vivienda.

7. La Prisión: Edificio situado en el centro de la ciudad, se encuentra en la esquina de la Riera con la calle de la Muralla de la Prisión. La construcción se encargó en 1851 al arquitecto Elies Rogent y se inauguró en 1863. De planta baja y piso, tiene un patio semicircular inscrito en el segundo cuerpo que afecta a toda la altura del edificio. Es un edificio urbano que presenta dos fachadas alineadas a la calle sin foso ni murallas.


8. Casa Parera: Reforma de la fachada, proyectada con aspecto gótico por Puig i Cadafalch en 1894. Es una casa de cós con planta baja y dos pisos con tejado de una vertiente. Destacan los elementos escultóricos realizados por Eusebi Arnau que integran la fachada: ménsulas de estilo neogótico, relieves mitológicos y escudos heráldicos en la cornisa.

9. Casas Marfà: En el Carrer Nou, 44-46-48. Casas construidas por Miquel Collet en el año 1888. Collet representa la evolución reformadora. Su obra es austera, pero al mismo tiempo toma los elementos más innovadores del Historicismo.

 

10. Capilla del Sacramento: (Basílica de Santa María) Obra modernista proyectada por Emili Cabanyes y terminada en el año 1892, es de estilo neobizantino y contiene pinturas de Enric Monserdà y de Rafael Estrany. Cabe citar también el magnífico mosaico del pavimento, construido por la Casa Guilani en el año 1903, en el centro del cual destaca un gran escudo de la ciudad.


11. El Rengle: El proyecto de construcción de un mercado cubierto en la plaza Mayor surgió de la mano de Emili Cabañes en 1891. Al año siguiente, el entonces arquitecto municipal de Mataró, Josep Puig i Cadafalch, reformó la cubierta del mismo, incorporando un tejado de forma semicilíndrica, con revestimientos cerámicos, ladrillo visto y detalles ornamentales de hierro forjado.

 

12.  Tienda La Confianza: Situada en la calle de Sant Cristòfor, 10. El arquitecto Puig i Cadafalch recibió en el año 1894 el encargo de proyectarla del fabricante de pasta Francesc Palomer. Inaugurado en el año 1896, el establecimiento está situado en los bajos de una antigua casa de cós y presenta, tanto en el interior como en el exterior, decoración de estilo modernista. Restaurada por la empresa municipal PUMSA los años 2001-2002, actualmente abierta al público (se recomienda la visita a la web de la exposición de la restauración).

 

13. Casa Sisternes: En la calle Sant Simó encontramos una de las obras primerizas de Puig i Cadafalch, construida en el año 1893 por encargo de Ernest de Sisternes. Es una casa de cós con planta baja, un primer piso y un patio posterior. En cuanto a la ornamentación del exterior del edificio, es una combinación de ladrillo visto, baldosas y hierro forjado.

 

14. Ca l'Artigas: En la calle Barcelona, 19. Tienda de estilo modernista con elementos en el interior como las estanterías o el mostrador, y en el exterior vidrieras emplomadas con motivos florales y elementos decorativos de madera. Desconocemos su constructor, pero el cerrajero mataronés Antoni March, formado en los estudios Ballarín de Barcelona, realizó encargos para la citada tienda.

 

15. L'Aliança: El edificio principal de la clínica de L'Aliança, situada en la calle de Lepanto, 13. Es una obra novecentista de Eduard Ferrés i Puig, arquitecto de Vilassar. Construido entre 1918 y 1920, el edificio de planta baja y dos pisos destaca por el soportal de entrada y la galería de columnas corrida en el segundo piso, así como por la decoración esgrafiada. Las dependencias anexas, de los años 1935-1936, son del arquitecto racionalista mataronés Miquel Brullet Monmany. Las reformas posteriores han deformado bastante su aspecto.

16. Casa Borràs i Massó: Pequeña fábrica textil que los señores Borràs y Massó tenían en la calle de Sant Antoni, y que se extendía hasta la calle de Balmes. Fue objeto de algunas reformas a principios del siglo XX, pero ninguna resultó tan espectacular como la que en el año 1920 le dio un aspecto más propio del neoclásico que del novecentismo. Lluís Gallifa i Grenzner recreó las líneas de un templo clásico, creando una entrada doble en la planta baja separada y enmarcada por columnas dóricas, mientras unía el primer y segundo piso con una columnata de inspiración corintia, rematada con un friso liso y un frontón triangular.

 

17. Fábrica Cabot i Barba: Fábrica de género de punto situada al final de la calle Churruca. El proyecto inicial de las dos naves de planta baja separadas por un patio está fechado en 1889 y es obra del ingeniero Eduard Culla. La industria se quedó pequeña y fueron necesarias ampliaciones. El arquitecto Puig i Cadafalch, emparentado con la familia Cabot, proyectó la construcción de los dos pisos de la nave de poniente, construidos entre 1897 y 1907.

 

18. Cooperativa Obrera Mataronesa: Situada en la calle Cooperativa. El joven Gaudí recibió el encargo de ejecutar en Mataró un proyecto de cooperativa textil obrera. En la fábrica construyó, alrededor de 1883, la nave de blanqueo soportada por arcos parabólicos construidos con piezas modeladas de madera. La nave fue mutilada por uno de sus lados. Del arquitecto de Reus también se conservan en el mismo lugar unos urinarios de planta octogonal decorados con baldosas.

 

19. Can Boada: Casa del arquitecto y maestro de obras Jeroni Boada, construida en el tercer cuarto del siglo XIX, actualmente en la vía Europa. La obra es de planta cuadrada con torrecillas de vigilancia de planta redonda en cada esquina, y está cubierta por un tejado con cúpulas, rematada la central por un mirador de inspiración medieval. Elementos arábicos y fantasiosos decoran las fachadas. Recientemente ha sido restaurada.

20. Llar Cabanelles: Situada en el paseo de Cabanelles, 2. Edificio historicista de Jeroni Boada, fechado en el año 1871. El hogar había sido destinado a dependencia hospitalaria para personas mayores. El recinto tiene una iglesia de estilo gótico, con soportales interiores y unos magníficos jardines escalonados que aprovechan la pendiente del terreno donde se encuentra ubicado.

 

21. El Matadero: Conjunto proyectado por Melcior de Palau i Simon en el año 1909 e inaugurado en 1915, año de su muerte. Situado en la calle Prat de la Riba, en el momento de la construcción formaba parte del área del Ensanche en proceso de construcción. Se trata de una obra arquitectónica abierta y bien equilibrada con elementos historicistas. Se compone de tres naves de planta baja unidas por unos cobertizos metálicos, corrales, portería y depósito de agua, ejemplo de arquitectura industrial modernista. Las construcciones se componen de obra vista con ladrillos de barro, que a menudo forman cenefas, combinados con baldosas esmaltadas. El matadero incorporó las novedades técnicas y sanitarias del momento. Funcionó como matadero hasta los años ochenta y actualmente se ha destinado a dependencias municipales.