La primera documentación escrita sobre la existencia de un monasterio en la localidad de l'Estany data del año 1080, cuando el obispo de Vic Berenguer Sunifred de Lluçà instala a un grupo de canónicos para que vivan en un priorato dedicado a la Virgen María, con el nombre de Santa María de l'Estany, bajo la regla agustiniana. No obstante ya se tenia constancia desde el 950 de la existencia de una iglesia, probablemente situada donde mas tarde se construyó la iglesia monacal.
Así, ya desde un inicio la relación entre el priorato y el obispado de Vic fue muy estrecha, dotando este último de abundantes posesiones y prestamos de terrenos comprendidos dentro de los condados de Barcelona y Osona, donde se llegaron a crear algunas celdas filiales. La comunidad crece hasta que en la década de 1130 es necesaria su ampliación para contener el crecimiento de la comunidad, el claustro se empieza a construir pues durante esos años, así como algunas otras dependencias.
En 1264 el priorato obtiene el abolengo de abadía, momento de máximo esplendor del lugar, época durante la que se termina la construcción del claustro iniciado un siglo antes. Mas adelante, ya en el XIV el monasterio pierde auge económico al endeudarse considerablemente, hasta que los miembros de la comunidad se ven obligados a dispersarse y abandonar el lugar, lo que provocó la ruina parcial del recinto durante la centuria siguiente, hasta que queda definitivamente secularizado en 1592.
En 1931 se le declara como monumento historicoartistico nacional, y en 1984 se realizaron algunas reformas como la construcción de una segunda planta en el claustro.
EL MONESTIR
El actual monasterio se compone de iglesia y claustro de origen románico, y de una serie de dependencias anexas de construcción en época posterior. Exteriormente destaca la fachada este de la iglesia, en la que podemos desfrutar de una magnífica vista de la cabecera triabsidial de la iglesia gracias al espacio existente en esta dirección. Cabe decir que de los tres ábsides que vemos, tan solo el central permanece intacto desde su primera construcción, los dos laterales son el resultado de las obras de reforma y rehabilitación efectuadas en el monasterio el 1966 y el 1970.
Del ábside central, y de las replicas que lo acompañan, podemos destacar que aparece una franja horizontal situada a algo mas de media altura del muro, decorada con un taqueado jaqués, que al llegar a la ventana, la recorre por su parte superior resiguiendo el arco de medio punto de ésta. En la cornisa, una sencilla doble línea remata el muro, y en la parte inferior un suave resalto marca el zócalo de apoyo del paramento.